Una de las cosas más admirables de las empresas familiares es la abdicación de tiempo y recursos para hacer prosperar la empresa familiar. , la posibilidad de tomar decisiones rápidas termina siendo uno de sus mayores problemas: por pasiones y otras cuestiones emocionales, este proceso termina volviéndose lento y, a menudo, incluso paralizante. La solución sería una buena planificación de la sucesión o, mejor aún, la profesionalización de la gestión, incorporando a profesionales competentes de fuera para que asuman la dirección de la empresa, evitando que lo hagan herederos sin competencia, aspiración o talento para ello. Para obtener más información y hacer sus preguntas, haga clic a continuación para ponerse en contacto.